Me dirijo a ustedes mis hermanos en Cristo Jesús, con el respeto y aprecio hacia sus persona, para contarles lo malo que paso, y aconsejarlos, para que no cometan el mismo error que yo cometí.
Soy de Perú. Fuí contratado por una persona de apodo “el chato”, para hacer un trabajo ilegal aquí en Hong Kong, pero ellos me entregaron a las autoridades para no tener que pagarme, porque solo piensan en el beneficio y bienestar de ellos mismos, sin importarles nada ni nadie.