Soy una mujer Colombiana, soy joven y ahora me encuentro privada de mi libertad por culpa del tráfico. Estoy presa en Hong Kong desde el 4 de Julio de 2018. Me detuvieron en el Aeropuerto Internacional de Hong Kong junto con otro chico.
El hombre que nos reclutó me dijo que nos hiciéramos pasar como pareja, y pues así lo hicimos.
Yo traía 560g de cocaína, y el otro chico 1,400g.
Hace poco recibí la noticia de que mi reclutador fue asesinado en Febrero del 2019 en Pereira, Colombia. Él era muy peligroso y me obligó a venir bajo amenazas. Yo tenía mucho miedo por mi familia y por mi, pues él conocía donde vive mi mamá, mi hijo y yo.
En Colombia yo trabajaba vendiendo vestidos de baño y tenía una tienda de comida en la casa de mi mamá. Nos estábamos yendo a la quiebra, y alguien me dijo que él me podía hacer un préstamo. Lo hice pero después no tenía como pagarle, y me obligó a venir a traer droga a Hong Kong bajo amenaza. Por miedo de que le pasara algo a mi familia yo acepté, pero nunca en mi vida he tenido que ver con tráfico, no tengo antecedentes ni en mi país ni en ninguna otra parte del mundo.
Tengo familia, un hijo que sufre mi ausencia. Familia que también sufre por culpa de mi mala decisión. Es muy difícil estar tan lejos de mi familia y no poderlos ver, solamente puedo hacer una llamada de 5 minutos al mes, es sumamente difícil por eso quisiera alertar a las personas que están pensando traer drogas a Hong Kong que por favor no lo hagan.
Acá son muy severos con las condenas y todos los días se ven mujeres que llegan muy mal, por qué? Porque vamos a perder muchos años. ¿Cuánto dinero nos podrá devolver el tiempo perdido con la familia? Ninguno. No hay plata que pueda comprar la libertad. Yo estoy arrepentida… mucho, demasiado y solo pido perdón a Dios primero por haberle fallado, a mi familia, mis hijos, al pueblo de Hong Kong, a la justicia y a la policía porque soy consciente que iba a hacer mucho daño con la droga que traía.
En realidad no existen palabras ni justificación para esto, porque otras personas se tienen que hacer responsables de la crianza de nuestros hijos por la culpa de nuestros errores. No es justo para nadie, porque solo es sufrimiento, dolor, angustia y soledad. Por eso he hecho esta carta para alertar tanto a mujeres como hombres a que no lo hagan. No trafiquen más, ni expongan a otras personas. Son unos desgraciados los que reclutan a personas para traficar porque son tan cobardes que ni ellos mismos lo hacen. Buscan a personas con necesidades para hacerlo. Pero yo estoy segura que pagarán más caro que nosotros estas injusticias, pues Dios va a tener compasión de todos los presos el día de nuestra sentencia. Voy a salir de acá siendo una mejor persona.
Solo pido que me juzguen por lo que yo traía, y que el otro chico se haga responsable por lo de él. Estoy dispuesta a pagar por lo que hice, y sólo pido perdón… también le pido mucho a Dios que el juez, o jueza que sqaZe compadezca y nos juzgue por separado.
Pido perdón a todo Hong Kong por haber venido a traer esa porquería pero ahora estoy pagando por ello y peor lejos, muy lejos de mi familia, amigos, país, todo. Pero confío en mi Dios que me va a ayudar a salir de esta situación.
Nota: Esta carta ha sido editada. Se han hecho correcciones gramaticales y de ortografía para mejorar la redacción de la misma.