Tengo 40 años y soy Argentino.
Por razones laborales y por mi hijo, emigré por segunda vez a Bolivia.
Después de unos cuantos meses de bonanza económica, perdí mi trabajo por reducción de personal. Mientras buscaba una nueva labor me atrasé en el pago de manutención para mi hijo y al tercer mes tuve que parar el pago de la misma.
Al no recibir el dinero mi ex mujer me denunció a la policía y fui citado al cuartel de la FELCC. Allí un oficial me dijo que podía ir a la cárcel por unos meses. Eso me preocupó pero gracias a Dios me dieron un plazo de 15 días para pagar.
mi miedo a que le pasase algo a mi hijo, movieron la balanza a su favor y viajé a Hong Kong.
Un amigo me presentó a un conocido de él, quien me prestó el dinero que con intereses morosos y demás rondaba los US$3,000 por lo que saldé la deuda, pero al ser un prestamista de dudoso perfil, tenía que devolver US$1,000 en un plazo de 6 meses.
Conseguí un nuevo trabajo y pude pagar la manutención y al prestamista mensualmente.
A los dos meses, el prestamista me llama y me dice que necesita el dinero completo en unos días a lo que yo le dije que era imposible y que respetara nuestro acuerdo, pero él se rehusó y me presionó a pagarle la deuda rápido, agregando “que él sabía donde vivía mi familia.” Finalmente, al ver que yo no podía pagarle, me dijo que podía saldar la deuda haciéndole un favor.
El favor consistía en viajar “cargado” con droga a Hong Kong.
En primera instancia le dije que ni loco, pero la idea quedó en mi cabeza y mi miedo a que le pasase algo a mi hijo, movieron la balanza a su favor y accedí a viajar a Hong Kong.
Camino al infierno
A los dos días salí desde Bolivia con destino a Sao Paulo. Mi vuelo hacia Hong Kong tendría escala en Adis Abbaba, Ethiopia. En ese momento empezó mi camino al infierno ya que ni bien puse un pie en el área de aduana del aeropuerto de Hong Kong cuando fuí sometido a una búsqueda fuera de lo común que terminó en que ahora estoy detenido, esperando sentencia en Lai Chi Kok Reception Centre.
Actualmente llevo 10 meses detenido a la espera de la sentencia por tráfico internacional de drogas peligrosas, que según dice mi abogado rondará los 7-10 años físicos después de todos los descuentos.
Por esto es que les escribo. Si alguno de los que lea esta carta está pasando por una situación similar o es tentado por el dinero fácil, piense muy bien antes de decidirse ya que si opta por el sí, pone en riesgo su libertad, su vida, su honor y su credibilidad para con su familia y allegados.
Sigan por la buena senda, digan NO a esta gente inescrupulosa que usa cualquier medio con tal de conseguir su objetivo, el tráfico de drogas.
Nota: Esta carta ha sido editada. Se han hecho correcciones gramaticales y de ortografía para mejorar la redacción de la misma.