Las cápsulas de mi condena

Soy Argentino hace unos años me fui de mi país por trabajo, estuve trabajando y viviendo en Bolivia también formé una familia.

En el trabajo me estuvo yendo bien un tiempo hasta que un ajuste de personal me dejó en la quiebra. En la búsqueda de un nuevo empleo conozco a Sebastián — con el que empezé a tener una buena relación. Entonces le pedí un favor, una suma de dinero suficiente para seguir manteniendo a mi familia hasta conseguir un nuevo trabajo. Todo iba bien hasta que Sebastián comenzó a presionarme para que saldara mi deuda hasta el punto de amenazarme diciendo: “A vos no te va a pasar nada pero sé que tenés hijos acá.”

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